Lo más probable es que cuando ves una foto en la que te han pillado levantando tu RM, el vídeo de tu primer muscle up, o incluso un momento de fallo, te emociones. Recuerdas por unos instantes el cansancio que sentías en aquellos segundos y el esfuerzo que te supuso llegar a ello, e incluso recreas el gesto de dolor que, sin poder evitar, mostraste ante todos, sin importarte lo que nadie piense.
No siempre podemos tener un recuerdo gráfico de un entrenamiento o de una competición, necesitas a alguien que esté ahí, pendiente de ti, que sepa cuándo y cómo captar lo mejor del momento, tu “mejor” expresión, lo máximo de ti.
Pero cuando lo tenemos, lo admiramos y lo compartimos con los nuestros, porque estamos orgullosos de ese objetivo que tanto sudor nos cuesta y al que tanto tiempo y esfuerzo hemos dedicado.
Y es que… Reconócelo, a ti también te gusta verte (aunque sea sufriendo).
1 comentario