A los compañeros que echamos de menos.
A quienes decidieron tomarse un descaso.
A los más fuertes, a los menos fuertes y a los que luchan por pillarles.
La vuelta a la rutina que el coach decida.
Las agujetas y el dolor de cuerpo.
Las heridas de guerra.
Las pizarras endemoniadas.
Los burpees, dominadas, carreras y otros movimientos aparentemente inofensivos.
Los callos, las quemaduras, los golpes y los mareos.
Las barras y su técnica.
Las ganas de volver a empezar, de continuar y de mejorar.
Los nuevos objetivos para este curso.
Los propósitos de entrenar más y mejor.
La ilusión por seguir perteneciendo a tu comunidad.
Y viendo todo esto, mucha gente se preguntará ¿y lo bueno?
Esto es lo bueno. Esto es CrossFit. Esto soy yo.
Llevo dos dias prácticamente y de las agujetas que tengo parezco robocop, gracias a estos dias me he dado cuenta de mi verdadero estado actual de forma,vamos mucho peor de lo que me imaginaba. Lo que he visto del crossfit me está encantando, es dinámico, divertido y sobre todo, duro.